Llevar una dieta saludable y comer sano siempre es fácil, pero sin duda es una de las decisiones más inteligentes que se pueden tomar en relación con la salud. Tanto es así que comer equilibradamente no solo puede mejorar tu aspecto físico sino que también permite reducir la factura médica en el futuro.
Comer bien también implica dejar de lado los alimentos con alto contenido en sodio, azúcar y grasas saturadas, lo que incluye toda la comida rápida, refrescos, patatas fritas y en general cualquier cosa con más sodio que calorías.
Por tanto, llevar una dieta saludable conlleva un reto a la hora de elegir la cantidad correcta de carnes magras, verduras, frutas, granos integrales y productos lácteos. Afortunadamente existen infografías como ésta, que nos muestran exactamente que porcentaje de cara grupo alimenticio debemos consumir en el desayuno, almuerzo y cena.